Han transcurrido 100 días del gobierno de De La Sota en su tercera época y
como era de imaginar, tiene serias dificultades para enderezar la herencia que
recibió de Juan Schiaretti, su antecesor
y responsable de darle continuidad a las gestiones de Unión por Córdoba.
Está a la vista lo frágil que fue la administración
del Contador Schiaretti: la obra pública, hoy paralizada, terminó siendo un
gran negocio privado; la ayuda de la
Nación, devino en un ancla que llevó al fondo del
endeudamiento a las cuentas provinciales; las escasas políticas sociales concluyeron
en demagogia, mientras que los vencimientos con los proveedores, pateados hasta
el cansancio, hoy llevan seis meses de atraso...