Sr. Birri.- Señor presidente: en el día de la fecha, antes de las 9 y 30, que es el horario acordado para que los proyectos con pedido de tratamiento sobre tablas sean receptados como tales, el bloque del Frente Cívico presentó un pedido de informes requiriendo la presencia del Ministro de Salud Pública en el ámbito de esta Legislatura...
Es cierto que no pudo ser anunciado, como es de costumbre, en la reunión previa de la Comisión de Labor Parlamentaria porque ésta comenzó en un horario en el que nuestro bloque todavía no se había reunido, quedando en una suerte de zona gris, por lo que le voy a pedir una autorización particular para este caso y que en un breve término, que no exceda lo que puede ser el de un pedido de reconsideración, podamos explicar los motivos de urgencia en el tratamiento del tema. ¿Me otorga la autorización?
Sr. Presidente (Campana).- Si, señor legislador.
Sr. Birri.- Señor presidente, una breve mirada retrospectiva nos lleva al inicio de la sesión inaugural de esta Legislatura, cuando el señor Gobernador de la Provincia, en un anuncio que este bloque recibió auspiciosamente, nos decía que las tareas realizadas en el área de la Salud han sido muchas y muy importantes, tanto que podemos hablar de una revolución en silencio de la salud pública de nuestra Córdoba.
La verdad, señor presidente, que nuestra reflexión nos indica que, a poco de haber ocurrido este acontecimiento, la realidad nos muestra que más que una revolución en el campo de la Salud, a lo que estamos asistiendo es a una suerte de verdadera pesadilla.
El fallecimiento de dos turistas en Carlos Paz y de un vecino de la localidad de Capilla del Monte son –a nuestro juicio– la punta del iceberg por donde aflora una muestra patente de la gravísima situación sanitaria por la que atraviesa la Provincia de Córdoba, y el producto de uno de estos acontecimientos fue tapa de los diarios nacionales, principal espacio en las pantallas de televisión, quedando Córdoba como un reflejo de lo que no debe ocurrir en ningún lado en materia de salud pública.
En cualquier lugar del mundo, señor presidente, ante esta situación un Ministro de Salud lo que hace es salir a explicar la situación y hacerse cargo de sus responsabilidades, menos en Córdoba, y menos para González, porque el Ministro de Salud, en realidad, lo que hizo fue marcar responsabilidades, desde que los culpables de esta situación absolutamente infortunada fueron los médicos a cargo de las terapias de los hospitales hasta que la culpa la tenían los familiares de las víctimas, pasando por una grilla de, por ejemplo, falta de colaboración de los trabajadores de la salud, reclamos gremiales en los distintos hospitales –en el Neonatal, en el Tránsito, en el Misericordia. O sea, cualquiera menos él.
En realidad, ese “cualquiera menos él” se extiende también -y ha sido motivo de requerimiento por nuestra parte- al lujo que se da al rehuir a dar explicaciones ante los requerimientos de esta Legislatura, que hace prácticamente un mes que está pidiendo su presencia.
En realidad, la pregunta es si se podía esperar otra cosa de un ministro que está más preocupado por su candidatura a gobernador que por resolver los problemas que tiene la gente en materia de salud pública. La verdad es que la reflexión es que Dios nos libre si este hombre llega a conducir los destinos de la Provincia como lo está haciendo con los destinos de la salud pública.
Hoy la situación es de extrema gravedad. La lista es larga, ejemplos: el servicio del 136 está prácticamente desmantelado; carencia de insumos básicos por falta de pago a los proveedores; falta de recursos humanos en los hospitales, sanciones y traslados arbitrarios, pago en negro a los trabajadores de los equipos de salud que hoy son el único sostén de los servicios sanitarios, y que ni siquiera son recibidos por los directores de los hospitales, eso es moneda corriente, y algunos hospitales que debieran ser un verdadero lujo, como materia de trabajo de excelencia, más que hospitales parecen hospicios del siglo XIX.
Señor presidente: es imperioso un cambio sustancial de 180 grados en la política de salud provincial. Lamentablemente, las muertes y el desamparo de nuestros ciudadanos no pueden seguirse, siendo el precio a pagar por la falta de respuesta de la máxima autoridad de salud de la Provincia.
Concluyo informando que, por estos motivos y por otros que serán expresados por escrito, más de un bloque legislativo pedirá que se active el mecanismo previsto en el artículo 112 de la Constitución de la Provincia de Córdoba para que el señor Oscar González, Ministro de Salud de la Provincia de Córdoba, sea sometido a juicio político, a fin de que sea destituido por mal desempeño de sus funciones.
Muchas gracias.
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